CASA BENAPRÉS

A fully developed renovation project never built despite the enthusiasm of our clients. The starting point was a 19th century doctor’s home on Carrer Major in Sitges’ historic centre. The 7,5-metre wide, 3-storey street facade, protected under an Architectural Heritage Plan, is a delicate composition of balconies and doors playfully embellished with glazed ceramic tiles and embedded pottery. Here, our task would be limited to repairing existing elements, whereas the deterioration of the structural fabric and services called for a complete reimagining of the building’s interior.

A study model of the four oddly shaped floor plates, revealed both the spatial potential and the challenges posed by a building imbedded between taller neighbours, with a rear, sea-facing southern facade a mere 2.45 metres in width. Significant adjustments would be necessary to adapt the house to a 21st century understanding of domesticity.

Our scheme relies heavily on a new staircase – long and short runs with polygonal landings – a continuous presence from basement to upper floor. In its path, it engages with a variety of elements: closet, chimney, kitchen counter and skylight. Secondary vertical circulation, a glass-walled elevator, is located in a top-lit shaft against the party wall in a blind corner of the plan.

A new, generous five-sided entry hall leads to a private study, lined with antique medical books that have never left the premises, for which new glass and timber cases were designed. On the first floor the rear facade is set back to accommodate a dining terrace, while on the second floor another terrace is an extension to the living room. Both are semi-enclosed spaces between perforated walls covered by shade structures, essentially exterior rooms with views over tiled roofs and the Mediterranean beyond.

Un proyecto de reforma completamente desarrollado pero nunca construido a pesar del entusiasmo de nuestros clientes. El punto de partida fue la casa (con  consulta médica) del siglo XIX en la calle Major del centro histórico de Sitges. La fachada principal, de tres plantas y 7,5 metros de ancho, protegida por un Plan de Patrimonio Arquitectónico, es una delicada composición de balcones y puertas adornada con azulejos vidriados y cuencos cerámicos incrustados. Aquí, nuestra tarea se limitaría a reparar los elementos existentes, mientras que el deterioro del tejido estructural y los servicios requería una reinvención completa del interior del edificio.

Una maqueta de estudio de las cuatro “forjados”, de formas extrañas, reveló tanto el potencial espacial como los desafíos que plantea un edificio incrustado entre vecinos más altos, con una fachada trasera, orientada a mediodía y al mar, de solo 2,45 metros de anchura. Serían necesarios ajustes significativos para adaptar la casa a un carácter de domesticidad más adecuado al siglo XXI.

Nuestro esquema se basa en gran medida en la introducción de una nueva escalera, tramos largos y cortos con descansillos poligonales, una presencia continua desde el sótano hasta el piso superior. A su paso, interactúa con una variedad de elementos: armario, chimenea, encimera de cocina y claraboya. La circulación vertical secundaria, un ascensor con paredes de vidrio, está ubicado en un hueco iluminado cenitalmente contra una pared medianera en una esquina ciega del plano.

Un nuevo y generoso vestíbulo de entrada, de cinco lados, conduce a un estudio privado, revestido con libros de medicina antiguos que nunca han salido de allí, para los cuales se diseñaron nuevas vitrinas de vidrio y madera. En la primera planta, la fachada posterior se retranquea para albergar una terraza-comedor, mientras que en la segunda planta, otra terraza sirve de extensión de la sala de estar. Ambos son espacios semi-cerrados, entre muros perforados, cubiertas por pérgolas para crear sombra, estancias esencialmente exteriores con vistas sobre cubiertas de tejas y el Mediterráneo al fondo.

 

Sitges, 2008-2011